Nacida en Oriente Medio varios siglos atrás, los orígenes de la danza del vientre son sin embargo difusos: defendida por algunos la teoría de que desciende de las danzas del antiguo Egipto, otros prefieren pensar que los bailes religiosos de las antiguas sacerdotisas son su precedente, e incluso los hay que relacionan esta práctica a los bailes que las mujeres realizaron como especie de brujería ofreciendo su cuerpo a la luna para recibir fertilidad a cambio.

Sea como fuere, la danza del vientre se ha convertido en los últimos años en una de las disciplinas físicas más demandadas, siendo reivindicadas también sus beneficios para aspectos como la autoestima, la feminidad o los problemas posturales.

Normalmente, las clases de danza del vientre ?ofrecidas tanto en escuelas de danza como en gimnasios- suelen tener una duración aproximada de 60 a 90 minutos, en los que se trabajan tanto los estiramientos como las coreografías y otros aspectos como la seguridad, la autoestima o la respiración. A un ritmo intenso, una sesión de una hora puede hacerte perder de unas 300 a 500 calorías.

Básicamente, sus defensores defienden dos tipos de beneficios bien diferenciados. Por un lado, los psíquicos y emocionales y, por el otro, los beneficios físicos. Veámoslos detalladamente.

BENEFICIOS FÍSICOS

• Se trata de un ejercicio muy recomendado para acabar con los problemas de circulación: al parecer, al ejercitar diversos músculos de nuestro cuerpo estos necesitan más oxígeno, lo que hace que nuestro corazón lata más rápido y, en consecuencia, aumente el riego sanguíneo.

• Nos ayuda a trabajar nuestra flexibilidad y a acabar con la rigidez del cuerpo, especialmente en partes como el pecho, los hombros, la cabeza o la caja torácica, aumentando también nuestro nivel de coordinación.

• Es especialmente recomendado para tratar problemas como el estrés, el cansancio físico o la tensión acumulada, ayudándonos a acabar con los nódulos musculares.

• Se recomienda su ejercitación especialmente a aquellas mujeres que sufren fuertes dolores premenstruales, ya que sus característicos movimientos pélvicos nos ayudan a ejercitar esa zona.

• Mejora nuestra postura y lucha contra la artrosis, armonizando nuestras articulaciones.

• Quema calorías: se trata de un ejercicio especialmente recomendado para aquellas mujeres con una vida sedentaria que quieren comenzar a realizar ejercicio físico moderado. Durante una sesión intensa, pueden llegar a perderse hasta 500 calorías.

BENEFICIOS PSÍQUICOS

• Según sus defensores, dos de los pilares de la danza del vientre son que fomenta nuestra autoestima y potencia nuestra sensualidad, ayudándonos también a recuperar la confianza en uno mismo y a realzar nuestra feminidad, conectando con nuestro erotismo y poder de seducción.

• Algunos expertos afirman que la danza del vientre puede ayudarnos también con nuestros problemas de comunicación, gracias a las danzas grupales y al hecho de trabajar nuestro lenguaje corporal en presencia de otros.

• Finalmente, la expresividad y creatividad propias de esta danza sirven para explorar públicamente nuestras emociones, trabajando diferentes estados anímicos a la hora de montar coreografías.