• 600 g de coles de Bruselas
• 150 g de cebolla troceada
• 1 l de leche
• 150 g de queso emmental rallado
• 40 g de harina
• 40 g demantequilla
• Aceite de oliva
• Sal
• Pimienta blancamolida

Hierve las coles, directamente congeladas, unos 10 minutos en agua salada y escúrrelas.

Sofríe la cebolla, directamente congelada, en una sartén con un poco de aceite. Añade las coles, saltéalas durante 10 minutos y resérvalas.

En una olla pon la leche a calentar con un poco de sal y una pizca de pimienta. Mientras, funde la mantequilla en un cazo, añade la harina sin dejar de remover, cuécelo unos 2 minutos y añade la leche caliente.

Remuévelo constantemente durante 8 minutos a fuego lento y añade la mitad del queso. Deja que se funda, remueve por última vez y apaga el fuego.

En una bandeja de horno pon las coles y la mitad de la salsa mornay, mézclalo bien y encima añade la otra mitad de la salsa de manera que queden bien cubiertas. Para acabar, añade el resto del queso rallado. Una vez esté frío, guárdalo en la nevera y gratínalo justo antes de comerlo.