Los piñones son frutos secos del pino piñonero, también conocido como Pinus pinea.

Están cubiertos por una cáscara dura, el grosor de la cual depende de la especie. Su sabor es suave, y pueden ser consumidos crudos o tostados. Son muy delicados de conservar ya que se enrancian con rapidez.

En la zona europea los piñones proceden del pino piñonero el cual ha sido cultivado por sus frutos durante más de 6.000 años.

Su uso en la cocina varía según la zona. Así pues en la cocina mediterránea se utilizan frecuentemente con carne, pescado, en las ensaladas, en platos de verduras y también a dulces y postres. En Cataluña concretamente los podemos encontrar en postres dulces tradicionales como la coca de piñones o los panellets, además también se usan en ensaladas o con las espinacas. En Italia en cambio son imprescindibles para realizar la salsa llamada pesto. En Francia se hace con ellos la ensalada landesa y en Grecia y en el Magreb para algunas variedades de Baclava.

Los piñones aportan gran cantidad de nutrientes como proteínas, ácidos grasos mono y poli insaturados y gran variedad de minerales como el hierro, el potasio, el fósforo, el magnesio, el ácido fólico y el calcio entre otros.

• Así pues su consumo ayuda a prevenir anemias y disminuye los estados de agotamiento gracias al contenido en hierro.
• Ayuda a combatir la osteoporosis y descalcificación.
• Sus proteínas aumentan el nivel de energía del organismo, ideales para deportistas.
• Además colabora en la reducción de los niveles de colesterol gracias a sus ácidos grasos mono y poli insaturados.
• Contribuyen en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
• Su alto nivel de calcio los convierten en una buena alternativa para aquellos que no pueden consumir lácteos.
  

Por 100 grs. de porción comestible:

• 510 calorías.
• Contienen un 14 % de proteínas de fácil asimilación.
• Alto contenido en ácidos grasos mono y poliinsaturados.
• Son ricos en minerales como el potasio, fósforo, magnesio, hierro, ácido fólico y calcio.
  

Es conveniente mantenerlos en ambientes fríos ya que de ese modo se alarga su conservación, y es que a temperatura ambiente se deterioran con rapidez volviéndose rancios en unas cuantas semanas