¿Estás siguiendo una dieta y, cuando llega el fin de semana, eres incapaz de seguirla? ¿No lo consigues y te pasas el resto de la semana pagando
por los excesos cometidos en tan solo dos días?
No te preocupes porque no eres la única, pero hay pequeños trucos en tu mano que puedes seguir para hacer compatibles la
dieta y la vida social, sin echar por tierra todo el trabajo y esfuerzo realizados antes de salir a comer por ahí.
Atenta, porque ahí van
una serie de trucos que pueden servirte cuando decidas salir a cenar con tus amigos y no quieras excederte con lo que pidas. ¡Atent@!
- 1.- Un buen truco consiste en fijarse en la sección de entrantes. Normalmente, se trata de platos muy apetecibles que, sin embargo, vienen en raciones más pequeñas. De esta forma, podrás disfrutar de los placeres de comer fuera de casa sin perder la línea.
- 2.- Completamente prohibidas las salsas de todo tipo y las guarniciones fritas o muy grasas. Sí, sabemos que se trata de un gran esfuerzo pero hay muchas formas de pedir tu plato favorito. Por ejemplo, si lo que te apetece es optar por un plato de pasta italiana, ¿qué tal si pides una salsa ligera de aceite de oliva y especias? Si lo que prefieres es un plato de carne, opta siempre por la carne magra, y mucho mejor si esta está cocinada al vapor, asada, hervida, horneada e incluso a la parilla. Por último, nada de patatas ni derivados: pide en el restaurante que el acompañamiento sean unas verduras a la brasa o un poco de ensalada. ¡Te sentará mucho mejor!
- 3.- Cuidado con el alcohol: sí, a menudo nos olvidamos de que el alcohol no solo es malo en exceso para nuestro organismo sino que engorda ¡y mucho! Está claro que puedes tomarte una copa de vino durante la cena, pero intenta no excederte y olvidarte de los clásicos carajillos y copas de licor de la sobremesa.
- 4.- Un truco eficaz consiste en comer en previsión de los planes que tengas por la noche. Así, si tienes una cena planeada procura comer bastantes veces y en pequeñas cantidades durante el día. De esta manera te sentirás mucho más saciada cuando llegue la noche y soportarás mucho mejor la tentación.
- 5.- Si no puedes evitar pedir dos platos, opta por un pequeño entrante, preferiblemente verdura, ensalada o una sopa muy ligera y un segundo sin guarnición.
- 6. En cuanto al postre, deja las cremas, ducles y pasteles para otra ocasión y opta por una macedonia de frutas o un sorbete.
¿Todavía piensas que es imposible combinar dieta y vida social? Atent@ al menú que te hemos preparado: qué nos dirías si te propusiéramos un primero de verdura a la brasa, lenguado sin guarnición y un sorbete de cava para acabar? No suena tan mal, ¿verdad?